Pánico en el incendio de Paterna. «La gente salía corriendo con la bata puesta. No ha dado tiempo a coger nada, ni los abrigos, ni las llaves de casa. Todo está en la taquilla. Hasta el coche sigue aparcado allí. No sabemos cuándo vamos a poder volver». Los trabajadores que vivieron en primera persona el desalojo de 3.000 personas en el polígono, mientras una enorme cortina de fuego se expandía entre explosiones, tenían el susto en el cuerpo. Móviles y cigarrillos en manos nerviosas en bares y cafeterías, mientras la nube de humo cubría de negro todo el polígono.
Uno de los momentos más peligrosos ocurrió con la explosión de un bidón gigante que salió volando y explosionó sobre el suelo creando una una bola de fuego. Además, otro recipiente cayó sobre el camión de los bomberos, dañando en el cristal delantero. Fueron momentos de pánico que los trabajadores de las empresas cercanas a la incendiada nunca olvidaran.
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